El nuevo Harddiskmuseum - HDDM nace con la intención de albergar todo tipo de arte digital que como, su propio nombre indica, pueda tener cabida en un disco duro o necesitará un soporte digital para su visualización. El proyecto, desarrollado por el artista multidisciplinar Solimán López (Burgos, 1981), ha contado con el apoyo de la Escuela Superior de Arte y Tecnología (ESAT), un centro en el que se imparten programas de estudios de arte, diseño gráfico, programación de videojuegos, animación 3D y que cuenta con el ESAT LAB, un laboratorio de investigación en materia de arte, diseño, interacción, entretenimiento y nuevas tecnologías dirigido por el mismo Solimán. Otras plataformas que colaboran en el desarrollo del proyecto son Droide Comunidad, dedicada a la formación y producción en el ámbito de la robótica y PAC - Plataforma de Arte Contemporáneo.

El museo, cuya propiedad principal es la intangibilidad, se apoya paradójicamente en lo tangible de los espacios artísticos tradicionales. Iniciará su programación de exposiciones en septiembre con "Líquido", su primera muestra, en la que participarán artistas que trabajen en la línea de lo intangible, y que será presentada en la Galería Punto de Valencia, una galería interesada en los artistas de vanguardia en los nuevos medios y que representa al propio Solimán López.

Efectivamente se organizarán exposiciones temporales, y es que, la gestión del mismo se llevará a cabo de manera tradicional, tal y como recoge el comunicado emitido, "contará con su propia colección, programa de exposiciones y proyectos comisariados", y desarrollará labores de investigación y actividades como cualquier otro museo. El equipo, liderado por Solimán pero compueso por diseñadores, comisarios y programadores contará además con el apoyo de los asesores Nilo Casares, Juan Martín Prada y José Ramón Alcalá, todos ellos comisarios.

En definitiva, el Hardiskmuseum es la extensión del concepto de museo entendido como "el imaginario colectivo, cultural y artístico, que no necesariamente ha de ser albergado en un espacio tridimensional", haciendo referencia de nuevo al comunicado del propio museo. No obstante, el disco duro se presenta como algo físico, un espacio en el que las carpetas hacen las veces de sala de exposición, que se convierte en obra de arte digital en sí misma además de en plataforma de difusión. El disco duro estará off-line, es decir, las obras se encuentrarán de manera física en él, dice Solimán López en una entrevista para PAC: “La obra digital se encuentra físicamente dentro del disco duro y para activarla debemos tocar diferentes interfaces físicas que se adecuan como botones. [...] Pretendemos además presentar el proyecto en las diferentes ferias nacionales de arte contemporáneo para de algún modo acercarlo a todo el público y artistas.”