La artista canaria Concha Jerez (Las Palmas de Gran Canaria, 1941) es la nueva Premio Nacional de Artes Plásticas, dotado con 30.000 Euros y concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

A Jerez le ha cogido el anuncio del premio en Turín donde prepara una intervención en la feria de arte Artissima de la mano de su galería representante la alicantina Aural, al ser seleccionada por Elena Filipovic, directora de la Kunsthalle de Basilea; João Fernandes, subdirector del Museo Reina Sofía de Madrid; y Beatrix Ruf, directora del Stedelijk Museum de Amsterdam, junto a una treintena de proyectos dentro de la sección "Back to the Future".

La canaria es de esas artistas que han jugado un papel clave en la historia del arte nacional, pero cuyo trabajo no siempre es conocido por el público en general. En su caso, lleva casi cuatro décadas (desde 1976) siendo "una pionera en el uso de tecnologías, siendo parte de una generación de artistas que ha marcado el tránsito de la era analógica a la cultura digital, con sus investigaciones, creaciones e innovaciones", como reconoce el jurado del galardón en su declaración, donde también se destaca "su transformación del lenguaje artístico en el uso de diferentes formatos, desde lo escrito a lo audiovisual pasando por lo sonoro y por su constante conciencia crítica que expresa una fecunda relación entre el arte, la cultura y la vida de nuestro tiempo".

Entre sus últimas exposiciones, "Media i Mutaciones" realizada, esta pasada primevera, en la Sala Principal de Tabacalera de Madrid, donde, bajo el comisariado de Karin Ohlenschläger, se repasaba los 25 años de colaboración entre la artista y el compositor y artista intermedia José Iges (Madrid, 1951). Ambos trabajan juntos desde 1989.

Anteriormente, entre julio de 2014 y enero de 2015, el Musac de León le dedicó "Interferencias en los medios", otra muestra que, esta vez bajo el comisariado de Alicia Murría, pivotó sobre uno de los aspectos más importantes que viene desarrollando la artista junto a Igés en este último cuarto de siglo: la prensa y los medios de comunicación. Sin duda, esta es una de sus líneas de trabajo, pero no la única, ya que también en su corpus artístico otras derivadas como la memoria o las acciones ocupan un lugar destacado.

La artista, que desde 1976 ha desarrollado el concepto de instalación, como obra in situ, en exposiciones en España, Alemania, Austria, Francia, Italia, Dinamarca, Suecia o Finlandia, tiene obra en museos públicos como el Museo Reina Sofia (Madrid), Norrköping Kunstmuseum (Suecia), Museo Vostell Malpartida (Cáceres), Artium (Vitoria) y en colecciones privadas o públicas como la Fundació 'la Caixa' de Barcelona, Colección Caja Burgos, Colección de la Comunidad de Madrid o Biblioteca Nacional (Madrid), entre otras.

Jerez suma este nuevo galardón a su ya Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2011) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y a su Premio MAV (2012) de la asociación Mujeres en las Artes Visuales. Sin duda, este último galardón puso el acento sobre su reconocida postura como artista feminista.

"Sigue siendo una actitud absolutamente necesaria", según declaró en una entrevista en el Babelia de El País. "Cuando vas a un museo encuentras que el porcentaje de mujeres representadas en las colecciones es mínimo, el 15% a lo sumo; sin embargo, las facultades de Bellas Artes están llenas de mujeres. ¿Por qué no tienen una carrera tan visible?", se preguntaba Jerez, quien, además, remarcaba "que no solo es una inquietud artística, es una inquietud vital".

Algo que también sucede en el Premio Nacional de Artes Plásticas donde vuelven a ser mayoría los hombres premiados en comparación con las mujeres que lo han recibido, entre las que se encuentran Soledad Sevilla, Eva Lootz, Cristina Iglesias (ex aequo con Pablo Palazuelo), Esther Ferrer, Elena Asins y Carmen Calvo.