Joan Miró (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983) y Alberto Giacometti (Borgonovo, Suiza, 1901 - Coira, Suiza, 1966) son dos artistas cuya obra es clave para entender el desarrollo de las vanguardias y la posterior evolución del arte contemporáneo. Así, tras su paso por la Tate Modern de Londres, del primero de ellos se puede ver desde ayer, 16 de octubre, en la Fundación Joan Miró de Barcelona la exposición " La escalera de la evasión". Se trata de la mayor retrospectiva dedicada a Miró en los últimos 50 años, incluyendo alrededor de 160 óleos, trabajos sobre papel y esculturas que pondrán de manifiesto el compromiso político mantenido por Miró a lo largo de su vida. En las primeras salas de la fundación, las obras remarcan los vínculos de Miró con su Cataluña natal, con obras como ''La masía'' (1921-1922) -que perteneció a Ernest Hemingway, amigo de Miró-, ''Tierra labrada'' (1923-1924) y ''Paisaje catalán'' (1923-1924), también se explora el contacto con París y la liberación creativa del surrealismo. En la sección central, el drama de la Guerra Civil española y la segunda guerra mundial se reflejan en el nuevo lenguaje pictórico con obras como ''Naturaleza muerta del zapato viejo'' (1937) o las ''Constelaciones'' (1940-1941). La última sección examina la etapa final de la dictadura franquista, con obras como ''Mayo 1968'' (1968-1973) o el tríptico ''La esperanza del condenado a muerte'' (1974). Este proyecto expositivo, organizado conjuntamente con la Tate Modern y concebido por los comisarios de la Tate, Matthew Gale y Marko Daniel en colaboración con Teresa Montaner -conservadora de la Fundación Joan Miró-, viajará, tras su paso por Barcelona, a la National Gallery of Art de Washington. De forma complementaria a la exposición, se presenta un audiovisual coproducido con la Universitat Pompeu Fabra, en el que se entrevista a personas del entorno de Joan Miró y otros catalanes destacados.

Coincidiendo con la presentación de la anterior exposición, el Museo de Historia de Cataluña acoge la muestra "Joan Miró. Carteles de un tiempo, de un país", en la que también ha participado en su organización la Fundació Joan Miró. La colección de dicha fundación cuenta con un número importante de carteles, además de material documental que lo acompaña, como correspondencia, anotaciones y dibujos preparatorios que permiten profundizar en la aportación de Joan Miró en este campo. El Museo de Historia de Cataluña cuenta, en sus fondos, con dos obras de gran relevancia: el fondo del diario AVUI, para el que Miró había diseñado el cartel de presentación en 1976, y la maqueta del cartel Volem l''Estatut, de 1977. Ambos fondos han determinado el contenido de la exposición. Finalmente, también en Barcelona en la Fundació Sagrera - Nau Ivanow se puede visitar "Gens de la mer" con obras de Joan Miró (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983).

Por su parte, el Museo Picasso Málaga acoge desde hoy, 17 de octubre, una exposición retrospectiva dedicada a Alberto Giacometti (Borgonovo, Suiza, 1901 - Coira, Suiza, 1966). Ésta es la primera retrospectiva de Giacometti que se realiza en España en más de 20 años, y reunirá en el Palacio de Buenavista, 169 obras del artista suizo y 20 fotografías de otros autores que documentan su trabajo. Se trata de un proyecto que cuestiona la visión reduccionista con la que frecuentemente ha sido considerada la obra de este creador. De esta manera, el museo ahonda de nuevo en el trabajo de un artista clave en el arte de las vanguardias del siglo XX.

Giacometti, que comenzó a dibujar y esculpir a temprana edad, cursó estudios de arte en París, en donde entró en contacto con los principales artistas e intelectuales de la época como el propio Pablo Picasso (Málaga, España, 1881 - Mougins, Francia, 1973). De hecho, ambos artistas se conocieron en París en los años treinta y mantuvieron una relación de amistad y admiración mutua. Giacometti experimentó con el cubismo y se aproximó al surrealismo, hasta que volvió a descubrir la figura, sobre todo la humana, en su búsqueda para representar la realidad. Sus esculturas filiformes están entre las más reconocidas de este artista suizo, esculturas a partir de las cuales evolucionó hacia otras, integrando el espacio que las rodea. Durante este proceso, Giacometti continuó asímismo pintando, dibujando y escribiendo. A finales de los años cincuenta, Alberto Giacometti era ya una celebridad y expuso en Europa y Estados Unidos, reconocimiento del que disfrutó hasta su muerte. La exposición está comisariada por la historiadora del arte Véronique Wiesinger, una de las expertas mas reconocidas en el mundo en la obra del artista y directora de la Fundación Alberto y Annette Giacometti de París, en colaboración con José Lebrero Stäls, director artístico del Museo Picasso Málaga. Salvo excepciones, las obras provienen de las colecciones de la anterior fundación parisina, creada por la viuda del artista y que ha coproducido esta exposición. ARTEINFORMADO