Las salas A y Fundiciones del MAMM acogen, desde finales de noviembre, veinte años de trabajo del prolífico artista colombiano Carlos Motta (Bogotá, 1978), residente en Nueva York, en la que es la primera muestra retrospectiva de Motta en su país natal.  

Un triángulo invertido de color rosa, símbolo con el que los nazis marcaban a los homosexuales en los campos de concentración, preside la exposición de Motta. Es toda una declaración de intenciones del artista, que centra su trabajo en una doble línea de creación: la lucha por los derechos del colectivo LGTB y la preocupación por la situación política y social de Latinoamérica. Hasta 461 fotografías, 23 vídeos, 20 esculturas y 3 instalaciones integran esta antológica. 

No es la única muestra vigente de Motta, que también está exponiendo ''Lágrimas'' en la Universidad Nacional de Colombia y ''The Crossing'' en el Stedelijk Museum de Amsterdam. Esta última también aborda su activismo en favor de los derechos de los homosexuales y su rechazo hacia la violencia endémica que afecta a varias regiones del mundo. Ambos temas están también presentes en las dos exposiciones más destacadas que ha inaugurado en el último año: ''Réquiem'', en el MALBA, y ''Histories of the future'', en el PAMM. 

El MAMM también produce una monográfica del mexicano Carlos Amorales (Ciudad de México, 1970) que abre sus puertas en el Museo de Arte Moderno la Tertulia de Cali. Además, Adriana Marmorek (Bogotá, 1969) inaugura ''Háblame amor'' en el MAMBO.