La obra Estivador de Imagens ha hecho a Rodrigo Gomes (Faro, 1991) merecedor del Prémio SONAE Media Art 2017, dotado con 40.000 euros. El galardón, de carácter bienal y convocado por el Museu Nacional de Arte Contempôranea do Chiado en colaboración con la empresa Sonae, celebra este año su segunda edición y tiene como objetivo ''promover la creatividad y la innovación en la sociedad, en particular a través de la promoción y el desarrollo de iniciativas en las áreas de cultura y educación''. Se dirige a artistas portugueses o residentes en Portugal que utilicen medios digitales o electrónicos y que incluyan arte sonoro, videoarte, proyectos interactivos de exploración virtual o que se puedan complementar con disciplinas como la performance, la danza, el cine, el teatro o la literatura. 

El jurado, formado por Filipa Oliveira (curadora y directora artística del Fórum Eugénio de Almeida), Nuno Crespo (profesor universitario e investigador) y Rasmus Vestergaard (director y curador jefe del espacio danés DIAS), escogieron a Gomes de entre cinco finalistas, que incluyen a Nuno Lacerda (Lisboa, 1983), Sofía Caetano (Ponta Delgada, Azores, 1987), André Martins (Portugal, 1994) y André Sier (Lisboa, 1977). A su vez, ellos fueron seleccionados de entre las 123 propuestas presentadas. 

El proyecto ganador es una escultura audiovisual que ha merecido el elogio unánime del jurado. La obra ''revela un buen entendimiento de lo que es la exposición de una pieza de nuevos medios en un museo. El equilibrio entre imagen, sonido, movimiento y materia en una instalación escultórica está muy bien conseguido. Hay que subrayar la capacidad que posee la obra de envolver al espectador en una experiencia artística gratificante. Además de estos aspectos tecnológicos y formales, destaca igualmente la relación que el proyecto entabla entre la herencia de importantes artistas como Harun Farocki y temas actuales como la vigilancia, el terror y la guerra''. 

Rodrigo Gomes vive y trabaja en la capital lusa. Ha estudiado Arte Multimedia con especialidad de Escultura en la Universidad de Lisboa, donde también ha obtenido un posgrado en Arte Sonoro. Su obra gira en torno a la práctica de nuevos medios y arte tecnológico multimedia, disciplinas en las que también incluye audio y videomapping. Sin exposiciones individuales en su trayectoria todavía, la concesión de este premio es, sin duda, un antes y un después en su carrera. 

La obra ganadora y la de los otros cuatro finalistas puede verse desde hace dos semanas en el MNAC. En relación a las propuestas presentadas por Lacerda, Caetano, Sier y Martins, la organización destaca que ''abordan temas clásicos como la memoria, la muerte, la extinción, el miedo, la guerra o Dios a través de lenguajes como el vídeo, el videojuego, la escultura audiovisual o la instalación multimedia interactiva. Estos nuevos medios, desafiando la relación tradicional entre el arte y el espectador y cuestionando los límites de la percepción, constituyen una tendencia creciente y global''. Además, la muestra se acompaña de la publicación de un catálogo razonado con las obras. 

La ganadora de la primera edición del premio fue Tatiana Macedo (Lisboa, 1981) por su obra 1998. La artista y cineasta experimental lisboeta, que debutó en 2012, ha proyectado su obra en la británica Tate Modern, entre otros. Este mismo año ha expuesto en la galería portuguesa Carlos Carvalho, que es además su representante.