Marian Garrido entró en escena navegando en un océano tan cotidiano, como aún por explorar, Internet. Para la creación supone mucho más que una herramienta: un aliciente a partir del cual reflexionar sobre nuestro ahora y nosotros, los humanos del siglo XXI, inmersos en la era de post-internet. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense y habiendo cursado el Master de Cultura Visual en el MNCARS, esta artista, natural de Avilés, ha expuesto en diferentes espacios como la Sala Arte Joven de Madrid, Matadero, en la galería Ponce-Robles (convocatoria A3Bandas) o en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial,  entre otros muchos. Este 2016 es uno de los nombres ganadores del premio Generaciones 2017 de La Casa Encendida y que veremos el próximo mes de febrero junto al proyecto que expondrá en dicho espacio,"Souvenirs of future". Un viaje en el tiempo para rescatar "el primer Hoax (farsa) de los foros de internet, y la peculiaridad de un personaje que reivindicaba ser cronauta. Como tal éste hizo una serie de predicciones, de las cuáles algunas se han cumplido y otras no". Un juego entre el pasado y el futuro más cercano, inherentes ambos a internet. Precisamente la experiencia y la relación entre internet y la creación plástica arranca nuestra conversación, dirigida por Sara Valverde para ARTEINFORMADO. 

ARTEINFORMADO (AI): ¿Qué nos define del presente la estética(s) proyectada en el net.art?

Marian Garrido (MG): Creo que podríamos incluso hablar de un ‘revival’ de las estéticas de lo que fue el net.art en los orígenes de la web. El net.art es un término que ya ni siquiera tiene sentido en el presente, o al menos en relación a cómo la contemporaneidad entiende las estéticas derivadas del uso de internet. Sin embargo hasta que la vida online no se piense como la propia experiencia de la vida en sí, tenderemos a separar dos estados que no son ciertos; ambos se entrecruzan constantemente y creo que es necesario pensar que lo que pasa en internet es lo mismo qué está pasando en un parque o en una parada de bus, es un rasgo cultural.

AI: ¿Afectan a la estética net.art las escenas locales en diálogo con la comunidad universal y globalizada que nos transmite internet?

MG: Entiendo que no todo el mundo tiene la misma percepción de las cosas, pero en mi caso he sido criada por una comunidad ya globalizada, aunque a la vez muy fragmentada. Supongo que es imposible escapar de la influencia de un entorno concreto pero tampoco de lo que está pasando globalmente, así que claro que tiene sentido que cada persona se empape de lo que vea primordial para ella. Por otra parte, no sé si existe una escena local o una Escena en todo caso, y precisamente veo más reiteración formal o conceptual en artistas que no manejan un lenguaje derivado de internet. Pensar que internet está 100% globalizado es una falacia, si te metes a forocoches verás que el arraigo cultural IRL (In real Life) sigue vigente.

AI: El espejo como recurso para tratar la identidad singular y colectiva, ¿ha mutado hoy a la pantalla? ¿Mostramos nuestro yo verdadero o utilizamos ficción? ¿Con qué fin la ficción?

MG: Bueno, el término Black Mirror habla precisamente de eso: ahora estamos  mirándonos en ese espejo negro que son las pantallas de los dispositivos y de las que no salimos del ensimismamiento, pero yo soy bastante crítica con ello. Mucha gente encuentra a sus verdaderos pares gracias a haber podido conectar con ellos de manera online, y su vida ahora es plena; cuando quizás no lo sería si tuviesen que interactuar sólo con la gente que hay a su alrededor. Por otra parte, me parece fenomenal que la gente ficcione sus experiencias, no creo que exista una identidad verdadera o pura en ninguna situación social, lo interesante es poder compaginar todo tipo de ejercicio de imaginación. Internet permite además que se creen lazos afectivos con personas con los mismos roles sociales-ficcionales que serían imposibles de desplegar en una situación cotidiana. Me gustan muchísimo todas esas experiencias, como las que acontecen en los llamados second worlds o los foros otherkin y demás.

AI: ¿Cómo has tratado la identidad en tus trabajos: Sosias, Stalking Marian, Desilusional Misinterpretation?

M G: Todos esos trabajos se mostraron en una exposición llamada Sosias. Las piezas centrales eran retratos robot a partir de mis rasgos faciales de descripciones que me llegaron (anónimamente a través de una web habilitada para ello). Está intrínsecamente ligado a la percepción de la identidad a través del otro, pero también a cómo la herramienta modifica el gusto o es capaz de alterar el imaginario a través del usuario amateur, y que ello también repercuta en la asimilación de estéticas impuras. Muchas de las obras están configuradas con programas low cost y resultados muy pobres. Además exploro los fenómenos del ‘uncanny valley’ -entendido como la sensación de incomodidad o la repulsión de aquel humano que observa un robot humanoide-. Me interesaba mucho utilizarme a mí misma como material bruto y que a la vez no hubiera ni un sólo rastro de mi persona en ninguna pieza.

AI: Entrado el siglo XXI muchos auguraron la sustitución del post-modernismo por la era de post-internet o a partir de internet. De nuevo reinventamos lenguaje y replanteamos narraciones: ¿Cómo se han recreado en la era de post-internet? Explicación en base a tus obras: En los mundos desaparecidos fue posible perderse en el éxtasis, Dark Mood Woods.The Red room y We won´t destroyed everything until we have destroyed the ruins too.

MG: No todas mis obras, o incluso ninguna, hablan de internet como tal. En  En los mundos desaparecidos fue posible perderse en el éxtasis, que es una alfombra voladora contemporánea, el estampado son los puntos ciegos de google earth, zonas que no pueden ser cartografiadas y aparecen como glitch. En realidad hablo de cómo escapar de los sistemas de control a través del pensamiento mágico.

Dark Mood Woods/The Red room fue un 'site specific' donde se intentaba experimentar la sensación de sublime o de vacío a través de la naturaleza simulada y la experimentación aural desde la contemporaneidad y We won´t destroyed everything until we have destroyed the ruins too es una narración convergente donde aparecen muchos hitos del siglo XX y XXI como las ciudades abandonadas del capitalismo tardío, como Perlora, que es un resort de vacaciones de Asturias en ruinas y se ponen en común con otros colapsos de civilizaciones históricas y narraciones o crónicas como Picnic en el Camino. Se trata de un ejercicio de arqueología de la ficción.

AI: ¿Qué  proyecciones críticas engloba tu trabajo Stop Making Sense?

MG: Stop Making Sense se pensó para ser una intervención sobre el trabajo de Fritz/Trecartin expuesto en La Casa Encendida, por lo tanto pivota sobre esas piezas. De lo que hablo en esa conferencia es de las posibles afinidades con comunidades online, nuevas maneras de entender el género o la persona, la cultura del usuario encriptada dentro del arte legitimado y otras derivaciones plásticas que conciernen al mundo adolescente. Todos esos temas suelen ser recurrentes en mis trabajos teóricos.

AI: Y a propósito de La Casa Encendida, ¿qué interpretación nos puedes adelantar sobre el proyecto Souvenirs of future Nostalgia que presentas en Generaciones 2017?

MG: Para este trabajo indagaré en los viajes en el tiempo, para ello me basaré en el primer Hoax (bulo) de los foros de internet y un personaje que revindicaba ser un crononauta que hizo una serie de predicciones que se cumplieron y otras que no. Será un display similar al de un museo de divulgación en el que se expondrán todos esos objetos que aluden a los acontecimientos que precisamente no se llegaron a cumplir, una especie de souvenirs en  una línea paralela en el tiempo que además tienen la peculiaridad de saltar en las dimensiones debido a trucos de percepción.

AI: En rasgos generales y como colofón a esta entrevista online vía email, ¿cómo dirías que ejerce internet en nuestro modo de vida

MG: Diría que no difiere a cómo ejercía otro medio masivo antes de internet: en cuanto a lifestyle la TV ha sido un instrumento muy potente para dictaminar unas ideas concretas. Internet al menos ofrece otros recursos de conocimiento múltiple y es una herramienta maravillosa para quien la sabe usar. Internet no son sólo memes y selfie