La creadora madrileña explora el límite, cada vez menos marcado, entre diferentes técnicas artísticas, desde la seriación del grabado o la fotografía a la pintura. La mayor parte de las obras que se exponen son impresiones digitales en las que intenta expresar 'sensaciones femeninas y de experimentación íntima de la mujer'. La autora plantea 'una búsqueda de la revelación ante una misma, un ejercicio típicamente femenino, maternal, de transmisión del recuerdo y la experiencia' que profundiza en la introspección en el yo y la memoria de lo vivido. Patricia Manrique, en el texto que acompaña la exposición, subraya cómo las fotografías de Antonia Guerra Bravo expresan en un lenguaje pictórico una experiencia femenina carnal y espiritual, íntima. En 'Vía Crucis Vía Lucis', el camino hacia el conocimiento, hacia la luz, se transita a través de la encarnación del cuerpo martirizado de Jesucristo. La artista propone un cuerpo femenino surcado ... de heridas como tránsito a la iluminación: el amor, la propia identidad y el camino de la vida se imprimen en la carne, como la fotografía en las placas de aluminio.