Yunior Marino, Jerónimo Reyes Retana, Orly Anan, James Bonachea, Ariel Orozco y Víktor Martínez
“(…) Sobre la pista de concreto palidecen sus caras; el viento árido hace tambalear los cuerpos mientras sudan frío y se nubla el horizonte. Todo gira y, pese al vértigo, siguen de pie, resisten.” Este es el escenario en que persiste la búsqueda de un ávido creador como Ariel Orozco, quien trae a la Tierra la forma oculta en un meteorito, parecido al tacto sigiloso de la geografía de James Bonachea; arcanos como las epifanías teatrales de Orly Anan. Al mismo tiempo, el hambre de los perros de Viktor Martínez caza la subsistencia anímica, mientras el eco de los mantras de Yunior Marino forja la espiritualidad que las instalaciones de Jerónimo Reyes Retana conserva con delicado equilibrio entre la dureza del mármol y la fragilidad del vidrio. La energía plástica de cada artista es combustible e inspiración...que se entrega y no se traiciona; son resistencias puestas en juego ante la volatilidad de un mundo frívolo con su propia experiencia. Conservando el arrebato, cada uno mantiene la personalidad que hace vivir en sus obras; resisten a la constante presión en que se halla el artista que fácilmente se disuelve en esta contemporaneidad. Resisten, ante todo, a sí mismos.
Entrada actualizada el el 05 oct de 2017
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