En esta ocasión la excelencia de Carlos Pérez nos vestirá la Sala con un espectacular montaje de serigrafías en gran formato. Y más allá de esta interesante y novedosa técnica, está su complejo discurso que personalmente me evoca a los futuristas, discípulos del gran Marinetti.
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Bombas que son como árboles propulsando navíos imposibles, que transportan flores a punto de estallar.
Puertas entreabiertas por las que asoman diablos, esos mismos que en otros lugares parecen volar encaramados a unas extrañas máquinas o quizás balancearse colgados de ellas.
Máquinas que podrían andar, elevarse o navegar, o que en otras ocasiones se transforman en orejas, sombreros y torsos de unos personajes que nos miran de frente siempre muy serios.
¿Flores crucificadas o aviones cargados de incógnitas.?
Jardín florido de fiera raigambre mexicana que actúa como "memento mori" según nos alejamos de él.
Jugando con imágenes tomadas de los muros de Bolonia, Heidelberg o Avignon, flores cazadas en Gomera o...Santillana y estructuras derivadas nada menos que de Piranesi, se han creado estas estampas que quieren hacerles disfrutar de la manera que mejor les parezca.
Carlos Pérez
Entrada actualizada el el 18 abr de 2018
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