Del 7 al 17 de abril, Santiago de Chile se convertirá en un campo de experimentación artístico en el que se explorará la relación entre arte, patrimonio y comunidad. Instalaciones, presentaciones y otras acciones de arte transformarán edificios vacíos y espacios subutilizados en plataformas de creación, experimentación e intercambio ciudadano. En medio de la ciudad, en el barrio histórico de Yungay, se creará un foco de resonancia para la frágil cohesión de la sociedad. El proyecto dirige la mirada hacia el vecindario y plantea la pregunta: ¿quién es nuestro vecino y qué comparto con él? Construido a mediados del siglo XIX, Yungay es el primer barrio planificado de la ciudad. Migraciones, deterioro, terremotos, crisis económicas y conflictos políticos han sido en las últimas décadas las señas de identidad del barrio. En los últimos tiempos, diversas campañas realizadas por el vecindario han logrado salvar de la ruina algunos edificios. La confluencia...de edificios vacíos y especulación, inmigración y segregación social, estancamiento y presión del desarrollo, han adquirido un carácter paradigmático y lo que plantea la urgencia de un cambio de perspectiva. En la parte norte del barrio se encontraba la estación de ferrocarril que, entre otros destinos, conectaba Santiago con la ciudad costera de Valparaíso. Una de las intervenciones artísticas reactivará este lugar hoy en día apenas conocido. Otros proyectos activarán desde el arte una antigua empresa metalúrgica ahora abandonado, así como edificios y casas en ruinas o calcinadas, un teatro desocupado o una estación de metro que se construyó, pero que nunca llegó a entrar en operación. Artistas de Chile y otras partes del mundo manejan literalmente los hilos en unos veinte edificios y espacios urbanos: por ejemplo, en «Pulling Strings», un trabajo coreográfico de Eva Meyer-Keller que se desarrolla conjuntamente con artistas chilenos. El proyecto consiste en la recolección de objetos encontrados al azar en dos edificios, los que son atados por cuerdas, lanzando al espacio preguntas que afectan a nuestra relación con el mundo, la interconexión en red y la cohesión social. El programa de once días de duración combina tres ámbitos programáticos: obras artísticas individuales, trabajos participativos con los vecindarios y actividades complementarias en forma de iniciativas para la sustentabilidad, que van más allá del espacio de presentación.
