Acaba de ser premiado en el prestigioso Prix HSBC de Photographie parisino, en el ART Photo Barcelona y ha ganado el Premio GAVEA de Fotografía en Brasil, Shinji Nagabe, es uno de los fotógrafos emergentes con más proyección internacional por destilar sincretismo en el más puro término, Shinji concilia dos culturas tan opuestas como la brasileña (tierra natal) y la japonesa (origen) y lo hace desde la distancia que le da vivir actualmente en París. Mestizaje en estado puro que dota a su obra de un atractivo tan éxotico como sincero.
Esta exposición es una invitación para visitar el universo de dicotomías presentado por el fotógrafo brasileño, originario de una familia tradicional japonesa. Fusión cultural en estado puro. Chão es un trozo de suelo, una superficie en la cual se puede pisar y sirve de apoyo. Es, además, una palabra que se puede usar en referencia al lugar de origen, donde...se vive o se ha vivido, a las raíces, a la tierra natal. Su trabajo ha estado siempre marcado por las dos culturas y por el encuentro de la realidad con la fantasía. Se observa en las series el rigor formal de poses estáticas y que nos llevan al universo pictórico y fantasioso japonés, presentado al lado de colores vibrantes y tropicales, típicas manifestaciones presentes en el sincretismo religioso brasileño.
Shinji Nagabe es periodista de formación y, aunque no trabaje en el campo del fotoperiodismo, Chão es la intrigante simbiosis entre la realidad y la fantasía. Su fotografía es el espacio donde los símbolos del candomblé africano y del carnaval brasileño se presentan permeados de una formalidad típica asiática.
La fusión de culturas marca el ser de Shinji Nagabe y su obra fotográfica. Chão destila la pasión brasileña de su tierra natal, su luz y color, a la vez que nos sumerge en la calma y el misterio de la cultura asiática de la que procede.
Carnaval y budismo, pasión y lentitud… colores de dos culturas unidas en una persona, en un fotógrafo, en esta exposición. Mestizaje de corazón en este brasileño de rasgos japoneses que relata como en su niñez tenían un altar budista en casa con dioses brasileños o comían arroz japonés con churrasco brasileño… una fusión transferida por sus genes, educación y vida que ahora plasma con total naturalidad en su obra fotográfica.
Las series ahora expuestas en la Galería Cero fueron realizadas en cinco Estados brasileños: Bahia, São Paulo, Pernambuco, Alagoas y Sergipe, entre 2015 y 2017.
La relación de las series presentadas:
2015 – Itabaianhana – SE, niños usan máscaras típicas del carnaval brasileño, la del Saci (personaje folclórico brasileño) y la de la muerte.
2016 – Elevação – SE, niños usan collares, tiras y bordados como referencias al candomblé, al maracatu y al bordado portugués que cubre los muertos.
2016 – Respiração – SP, niños de barrio Cidade Tiradentes usan collares gigantes y medias coloridas, como si fueran tragadas por la ciudad grande y como si estuvieran con dificultades de respiración.
2016 – Purificação – BA/PE, el pueblo de la margen del Rio São Francisco usa máscaras de flores de plástico. La que nunca muere. El río que purifica y que tiene nombre de santo.
2017 – Reflexão – BA, envases de aluminio cubren las personas y el local. El aluminio protege del calor mientras lo refleja. Una reflexión para nos mirarnos interiormente.
2017 – Imersão – AL (cortesía de la Galeria da Gávea), la serie es el resultado del programa de inmersión propuesto por la galería. Fueron dos semanas en cinco ciudades de Alagoas. Desde el período colonial, el Estado sufre mucha explotación con el cultivo de la caña de azúcar. El resultado de la serie es una fábula fantasiosa sobre un explotador venido de otro continente y que encuentra criaturas cubiertas de azúcar y de envases azucarados.
Imágenes de la Exposición
Shinji Nagabe – Cortesía de la Galería Cero
Entrada actualizada el el 31 ene de 2018
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